Incipiente ahora pero en los próximos años veremos muchos más autos eléctricos e híbridos rodando por las calles. Sobre todo ahora que Zacua, el primer fabricante de autos eléctricos 100% mexicano, lanzó su primer vehículo de este tipo, lo que aceleró la transición local hacia la electrificación de medios de transporte. Y por supuesto, supone nuevos retos para la industria automotriz y energética, pero también para el sector de la Seguridad Privada.
La electromovilidad es ya una realidad en México.
De momento, el costo de este tipo de vehículos está por encima de los 600,000 pesos. Por lo cual, el perfil de personas que han comenzado a adquirir autos eléctricos e híbridos son aquellos que tienen un poder adquisitivo alto y medio-alto. Situación que no ha pasado desapercibida para la delincuencia organizada, que ha identificado una “oportunidad de mercado” acechando a sus víctimas potenciales en los alrededores de algunos centros comerciales exclusivos que ofrecen este servicio en diversos puntos de las principales ciudades del país. Se están volviendo lugares “atractivos” para la delincuencia y la tasa de asaltos a los usuarios está aumentando de manera importante.
Acciones que ponen en riesgo
Casi con toda seguridad, el maleante sabe que sin la disuasión y control de seguridad adecuado y con clientes “despreocupados” de alto poder adquisitivo, se llevará a casa relojes de buena marca, celulares sofisticados, carteras abultadas y bolsas de lujo muy costosas.
La delincuencia organizada ha identificado una “oportunidad de mercado” acechando a sus víctimas potenciales en los alrededores de algunos centros comerciales exclusivos con vehículos eléctricos.
En algunos escenarios, el secuestro podría convertirse en una opción tentadora, aunque por el momento el objetivo de los maleantes está centrado mayoritariamente en los mismos automóviles. Un gesto muy habitual que podemos ver en los parkings de los centros comerciales, especialmente donde hay centros de carga para autos eléctricos, es el activar la llave inalámbrica desde cierta distancia para cerrar el vehículo.
Esta acción hace que una señal de radio frecuencia sea emitida desde la llave hasta el coche, detectando su sistema y activando el cierre. Los dispositivos que usa la delincuencia, lo que hacen es captar exactamente esta señal y la copian, consiguiendo duplicar la llave en cuestión de minutos, por lo que tendrán la posibilidad de entrar en el coche cuando éste se encuentre solo.
Cuando la víctima vuelve de hacer sus compras, han tomado todo lo que había de valor. Otro de los métodos usados es el bloqueo remoto, con lo que consiguen es que las señales que envía la víctima al automóvil para que éste se cierre no funcionen como es debido. Y por lo tanto, a pesar de que la persona crea que está cerrado, puesto que se ha pulsado el botón, el coche seguirá con la cerradura abierta.
Y así, los ladrones podrán entrar dentro del vehículo para tomar lo que no es suyo o incluso para conseguir piezas de reventa u otros delitos. En síntesis, los usuarios que acuden a las tomas de recarga no siempre están conscientes de lo que sucede en su entorno. Menos con tecnología nueva y procesos que están aprendiendo mientras se habitúan al funcionamiento de estos centros de carga eléctrica.
Control en los centros de carga eléctrica
Esto los vuelve más vulnerables, por lo que se vuelve imperante que se genere un entorno de seguridad adecuado, mientras se instalan más y más de estos imprescindibles centros de carga eléctrica por todo el país.
Hoy más que nunca las Empresas de Seguridad Privada profesionales tienen que trabajar de manera coordinada con las administraciones de los centros comerciales que están instalando estos centros de carga para vehículos eléctricos, a fin de asegurar la tranquilidad de los clientes de alto poder adquisitivo. Sobre todo, en este momento crítico de expansión tecnológica hacia la nueva movilidad global.
por Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial®.
Fuente: Energy & Commerce Pág.16
Abril 2022- Seguridad para la industria energética en México