Sí se puede reducir la inseguridad

El primer error que hemos cometido históricamente, desde Miguel de la Madrid, es que cada presidente que llega deshace lo que hizo su antecesor en materia de seguridad y rehace algo totalmente nuevo, y el que sigue vuelve hacer lo mismo. Llevamos así 43 años. Necesitamos romper con esto, porque el crimen organizado lleva 42 años preparándose, creciendo, mientras que los gobiernos en turno empiezan de cero en materia de seguridad, y esto no solo sucede a nivel federal, sino también a nivel estatal y municipal, en donde sabemos que muchos gobernadores y presidentes municipales han sido puestos por el crimen organizado; que, a su vez, es el que acaba poniendo también al jefe de la policía, alguien que convenga a sus intereses. 

Para acabar con ello, necesitamos sacar de la política la seguridad pública, tenemos que generar un organismo transexenal, llámese Guardia Nacional, Policía Nacional, como quiera que la llame, pero que sea transexenal; con un Colegio Nacional de Policía, con una carrera como la del Ejército, con los mismos grados inclusive, pero que sea una sola policía. Esta policía única y sus mandos tendrían los mismos beneficios que el Ejército, con los mismos grados; y podrían ascender solo sí reducen el nivel de criminalidad en el país, en los estados, en los municipios, contemplando también su nivel de estudios, de preparación, de capacitación. 

De esta manera habría un costo-beneficio de lo que nos cuesta la seguridad, contra lo que nos cuesta la inseguridad, que hoy nos cuesta el 7% del Producto interno Bruto (PIB). Hace 43 años nos costaba el 2%. ¿Cuánto nos costaría crear una policía nacional que absorba las policías municipales y estatales, que no dependa del presidente municipal, del gobernador, del presidente de la República; que sea una policía transexenal, comandada por una persona que venga de la carrera y que llegue por méritos y estudios? Mucho menos de lo que hoy nos cuesta la inseguridad.

Si a esta policía única la sacamos del ámbito político, se convertirá en un ente autónomo, sano, deseable, que logre avanzar contra el crimen organizado y no como ahora, que se ve frenada por políticas como la de abrazos y no balazos; o esta vez atacamos a todos, como nos ha pasado con cada presidente. Hoy, ningún policía federal, estatal o municipal, sabe que nunca a va a llegar a ser jefe, ni mando importante, porque siempre los que son nombrados jefes llegan por temas políticos; sabemos y lo hemos visto, que ponen secretarios de Seguridad Pública a nivel municipal, estatal o federal, que son ingenieros, arquitectos, sin profesión o periodistas, que no saben nada de seguridad, y eso acaba haciendo mucho daño a las instituciones policiacas. 

Cada vez que llega el nuevo presidente municipal, el nuevo gobernador o el nuevo presidente, cambian el nombre a las instituciones de seguridad, el uniforme y las placas, y otra vez a empezar de cero. Necesitamos sacar de la política la seguridad pública. Tenemos que crear un organismo transexenal, llámese Guardia Nacional o Policía Nacional, con un Colegio Nacional de Policía.

Entonces, mientras no se acabe con esa mentalidad, no se va a avanzar. Hoy, la Guardia Nacional está atada de manos, porque el subsecretario de Seguridad Pública, que es un general (que merece todos mis respetos), depende de lo civil, lo cual es absurdo. Un entuerto raro. El Ejército ha hecho un excelente trabajo en la Guardia Nacional, a pesar de que le dieron muy poco tiempo. 

Si hoy no hemos visto los resultados esperados es porque la orden siempre fue abrazos, no balazos, y eso lo hemos visto reflejado en el incremento de los delitos, como el cobro de derecho de piso, los homicidios, que van a llegar a 200,000 en este cierre de año, una cifra nunca antes vista. El actual gobierno va a superar al gobierno de Calderón en el número de homicidios. Entonces, debemos terminar con eso, debemos sacar a la Guardia Nacional del ámbito político, crear una institución, una policía única, de largo plazo transexenal.

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